Rinomodelación sin cirugía

La rinomodelación sin cirugía se lleva a cabo mediante la inyección de rellenos dérmicos, como el AH, que son sustancias biocompatibles y reabsorbibles. El procedimiento es minucioso y se realiza en consulta, donde se inyecta el relleno en áreas específicas de la nariz para lograr la forma deseada. Este método permite modificar la punta, el puente y el perfil de la nariz de manera sutil y natural.

La principal diferencia es que la rinoplastia sin cirugía es un procedimiento no invasivo, que no requiere cortes ni tiempo de recuperación prolongado. Los resultados son temporales y ajustables, a diferencia de la rinoplastia quirúrgica, que es permanente y requiere una intervención en quirófano con anestesia general o local. La opción sin cirugía es ideal para cambios sutiles y para quienes buscan evitar los riesgos y el tiempo de recuperación de la cirugía.

La rinomodelación sin cirugía está indicada para personas que desean mejorar la estética de su nariz sin someterse a una cirugía. Es ideal para corregir pequeñas deformidades, como irregularidades en el puente, levantar ligeramente la punta de la nariz, y suavizar el aspecto general. No es adecuada para casos que requieren cambios estructurales significativos o correcciones de problemas respiratorios.

Tras una rinomodelación sin cirugía, puedes esperar un cambio estético notable pero natural en tu nariz. La forma y el perfil pueden verse más armoniosos, con una mejor proporción en relación con el resto de tus rasgos faciales. La nariz puede parecer más recta, con una punta ligeramente elevada, y las pequeñas imperfecciones pueden ser suavizadas eficazmente.

Los efectos secundarios de la rinomodelación sin cirugía suelen ser leves y temporales. Pueden incluir enrojecimiento, hinchazón, o moratones en el área de la intervención, que generalmente desaparecen en pocos días. Es importante realizar el tratamiento con un profesional cualificado para minimizar riesgos y asegurar los mejores resultados.